Dentro del Proyecto TRUEBA FOR CHANGE: Inspírate para cambiar el mundo, que se llevó a cabo en el colegio durante el curso 2018-19, se desarrolló la iniciativa Truebatik Ugandara. En estas líneas queremos explicaros cómo surgió la idea y cómo ha llegado toda vuestra ayuda a Uganda.
Los cuatro profesores que componen el primer ciclo de primaria: Aitor Sola, Nerea Ruiz de Gauna, Leire Garaikoetxea y Paki Santos, decidieron apoyar a la Comunidad Victorious Children Ministries Uganda. La idea toma forma cuando una amiga en común, de los profesores Leire y Aitor, les propone que el proyecto sea ayudar a la escuela y al orfanato de Victorious Children Uganda en Kawanda. Ambos centros están regentados por Robert Kirabira, que es la persona encargada de buscar sponsors para los niños y niñas que necesitan una financiación para poder seguir estudiando y vivir de la mejor manera posible. Desde ese momento el objetivo que se marcan es conseguir una recaudación solidaria con la que poder echarles una mano.
Actualmente en el orfanato hay siete niños, algunos de ellos huérfanos. Todos los que viven en el orfanato tienen sponsors, los cuales hacen posible que estos niños puedan ir al cole y tengan al menos dos platos diarios en la mesa. Por otro lado, está el colegio. En él hay unos 180 niños y niñas que estudian y comen diariamente. Se alimentan exclusivamente de una comida local llamada “posho”, que consiste en una mezcla de harina y agua. Raro es cuando pueden permitirse comerse un plato de arroz y ya no hablemos de cuando pueden comer carne, ya que apenas comen un plato de carne al mes y, cuando hablamos de plato, nos referimos a media pechuga de pollo.
Con el dinero que se recaudó en el día de puertas abiertas en el Trueba, vendiendo las bolsas financiadas por la empresa Rotobasque, los llaveros hechos con los bikinis antiguos de los niños y niñas además de los lápices y velas que hicieron, se consiguió una cantidad de dinero importante que nuestro profesor de primaria, Aitor Sola, pudo llevar personalmente hasta esta aldea ugandesa.
Una vez Aitor llegó Uganda, habló con las personas que regentan ese lugar para saber de primera mano cuales eran las necesidades que había que cubrir cuanto antes. Estas necesidades fundamentalmente eran algo de comida que no fuera harina, como por ejemplo: arroz, legumbres, crema de cacahuete y aceite. También existía la necesidad urgente de crear nuevas aulas en el colegio, ya que muchos niños del poblado no podían asistir a clase por falta de espacio. Se compraron sacos de cemento y ladrillo para que los obreros locales pudieran construir una nueva clase.
Los niños y niñas cogieron vacaciones el día 3 de agosto y para dar por finalizado el curso nos fuimos de excursión al zoo de Entebbe. Los niños pudieron ver leones, elefantes, jirafas y cebras. Además, pudieron disfrutar de los columpios e hinchables que había allí.
Pronto volverán al colegio con la sorpresa de encontrarse nuevas aulas en las que poder estudiar de la mejor manera posible para que algún día puedan llegar a ser eso que se proponen. Ian quiere ser médico, Alvin y Calvin pilotos, Rose profesora y Fred policía. Se toman muy en serio lo de estudiar, pues saben que es la única manera que tienen de, algún día, mejorar su nivel de vida y cumplir su sueño de volar a Bilbao.
¡Esperamos que sus sueños se hagan realidad y vengan a visitarnos!